Al corriente: mayo 17, 2019
“¿Es realmente necesario pensar en estos temas (abuso, abandono)? Es decir, ¡formamos parte de una iglesia cristiana!” Esta es una reacción común que se genera cuando capacito a la gente con respecto al tema de ‘la iglesia segura’.*
Lamentablemente, es un hecho que las iglesias no son seguras simplemente porque sean iglesias. Un ambiente seguro no se crea por sí solo. Exige esfuerzo y se debe impulsar activamente.
La seguridad y la protección son necesidades humanas básicas. La inseguridad comienza cuando se violan los límites personales. A menudo esto no sucede a propósito. El problema comienza cuando esos límites no se respetan, porque no se toman en serio los límites de los demás o incluso se violan intencionalmente.
En el transcurso del año pasado, abordamos específicamente el tema de la prevención y la protección. Nos preguntábamos qué podíamos hacer para prevenir el cruce de límites y los comportamientos vergonzosos o violentos.
¿Quiénes somos y qué hacemos?
Por medio del Jugendwer (ministerio de jóvenes) de las iglesias menonitas del sur, ofrecemos campamentos regionales para niños, adolescentes y jóvenes adultos. Quisiéramos crear la oportunidad de encontrarnos con Dios y conocerlo, de experimentar el amor de Dios y pensar en cómo ser cristianos en nuestra vida cotidiana. Para nosotros, es importante tener un ambiente seguro en nuestros campamentos, de manera que todos se sientan cómodos en ellos.
¿Quiénes son los participantes de nuestros campamentos?
Los participantes son de diferentes iglesias menonitas del sur de Alemania. Les animamos a invitar a sus amigos de la escuela y del barrio. Algunos de ellos conocen a Dios desde hace mucho tiempo, mientras que otros no saben mucho acerca de Dios.
En nuestros programas, no solo quisiéramos fortalecer la fe de los participantes. También quisiéramos fortalecer su autoestima y confianza en sí mismos. Les alentamos a que aprendan a decir que “sí” o que “no”, de acuerdo con la situación en la que se encuentren. Es importante para nosotros lograr que perciban sus sentimientos y los tomen en serio. Quisiéramos que los jóvenes tomen conciencia de sus propios límites, los definan y hablen francamente sobre ellos.
¿Quiénes son los líderes de nuestros campamentos?
Los líderes de los campamentos son en su mayoría jóvenes adultos que han sido participantes, y ahora se están formando poco a poco como líderes. Tener una relación activa con Dios y con Jesús para poder hablar de su amor por nosotros es algo muy importante. Como líderes, dan lugar a la transparencia y brindan seguridad.
¿Qué es importante para nosotros?
Para nosotros es muy importante brindarles formación a los líderes de nuestros campamentos para que sean respetuosos, bondadosos y conscientes de las necesidades de los participantes de nuestro campamento.
Les ofrecemos seminarios los fines de semana, algunos de los cuales son obligatorios para que lleguen a ser líderes.
Esperamos que los líderes establezcan una buena relación con los niños, adolescentes y jóvenes adultos que les sean encomendados. Por esta razón tenemos un código de conducta. Al firmarlo, cada líder del campamento está obligado a actuar de esta manera con los participantes del campamento.
A continuación, algunos ejemplos de nuestro código de conducta:
- Quisiera proteger de todo daño, peligro, abuso y violencia a los niños y jóvenes que me sean encomendados.
- Reconozco los límites individuales y los tomo en serio.
- Me opongo enérgicamente a los comportamientos sexistas, racistas, discriminatorios y violentos, ya sean verbales o no verbales.
- Repudio los comportamientos despectivos y trato de asegurar que todos los demás actúen de la misma manera.
Creo que nuestra cita bíblica para el año es muy oportuna. “Apártate del mal, y haz el bien; busca la paz, y síguela.” (Salmo 34,14)
—Gerda Landes colabora con el ministerio de niños y jóvenes en el sur de Alemania, para Mennonitengemeinden e.V., Karlsruhe-Thomashof.
*Una iglesia segura es un sistema de políticas y capacitaciones para prevenir el abuso de menores, y responder adecuadamente a las señales de que un niño o joven podría haber sido maltratado en otros contextos.
Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril de 2019.
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