Al corriente: mayo 19, 2016
En 2012, el CMM se asoció con el Instituto para el Estudio del Anabautismo Mundial, de Goshen College (Goshen, Indiana, EE.UU.), a fin de implementar una investigación de varios años. ¿El objetivo? Expresar los distintos matices de la membresía del CMM en particular, y de la iglesia anabautista mundial en general.
El proyecto consta de dos partes. La primera, el Perfil Anabautista Mundial, es una encuesta armada a partir de las Convicciones compartidas del CMM con el objeto de recolectar estadísticas demográficas e información sobre creencias y prácticas. La segunda parte, el Proyecto “Damos testimonio: historias personales”, procurará reunir historias personales de discipulado y sufrimiento, según el espíritu de El espejo de los mártires.
Courier-Correo-Courrier se comunicó recientemente con el personal del proyecto para analizar la iniciativa, cómo se había generado y su progreso hasta ahora.
¿Qué motivó esta investigación sobre el anabautismo mundial?
John Roth (JR): La iglesia anabautista mundial ha experimentado una transformación impresionante en los últimos treinta años, pasando de 600.000 miembros en 1980 a casi 1,7 millones actualmente. Aunque el CMM ha trabajado arduamente para facilitar el intercambio entre los grupos miembros, aún estamos aprendiendo a conocernos mejor. Este proyecto representa un paso más en procura de una mayor comprensión de la información demográfica básica, y brinda a la vez la posibilidad de reunir información mucho más detallada sobre las creencias y prácticas, esperanzas y sueños de las iglesias miembros del CMM.
¿Hubo otras iniciativas para estudiar las creencias y prácticas de la comunidad anabautista-menonita internacional?
Conrad Kanagy (CK): No muchas. Hace algunos años, Richard Showalter (Presidente de Misiones Menonitas del Este y de la Comisión de Misiones del CMM) y yo lanzamos el Perfil Anabautista Multinaciones, cuyo fin era aprender más sobre las creencias y prácticas de la comunidad anabautista mundial, y específicamente las iglesias nacionales vinculadas a Misiones Menonitas del Este. Los resultados de este estudio se publicaron recientemente en el libro, Winds of the Spirit (Herald Press, 2012).
Alfred Neufeld (AN): Winds of the Spirit es un ejemplo excelente de cómo un estudio de este tipo puede fomentar la labor teológica y contribuir a la renovación de la identidad. Esperamos que del mismo modo el Perfil Anabautista Mundial ayude a nuestra Comisión.
CK: El Perfil Anabautista Mundial tendrá un alcance más amplio que el Perfil Anabautista Multinaciones, y esperamos que aporte aun mayores conocimientos.
¿Cómo se proponen reunir las historias para el Proyecto:” Damos testimonio”?
JR: Por un lado, el proyecto reunirá de manera más deliberada las historias de los siglos XVIII, XIX y XX (desde 1685, cuando se concluyó El espejo de los mártires, hasta el presente). Pero además, quisiéramos reunir historias de la iglesia contemporánea, y especialmente de las iglesias menonitaanabautistas del sur del mundo.
En agosto de 2012, alrededor de cuarenta personas de nueve países (representando al menos seis grupos anabautistas distintos), se reunieron en Goshen College para establecer el marco del proyecto. En la consulta quedó claro que la recolección de historias nunca es fácil. Esperamos que poco a poco se vaya generando interés a través de instancias personales, Internet, convocatorias públicas y el uso de redes existentes (como el CMM).
Hasta la fecha, ¿cuánto ha progresado el proyecto?
JR: Tras casi un año de diálogo con líderes del CMM, directivos de organizaciones abocadas a la misión, representantes del Comité Central Menonita y un grupo de individuos interesados, el Comité Ejecutivo del CMM otorgó la aprobación preliminar del proyecto del Instituto, en mayo de 2011, confirmándose la aprobación definitiva del Concilio General en mayo de 2012.
En agosto de 2012, un subgrupo de la Comisión de Fe y Vida del CMM se reunió para revisar la logística del Perfil Anabautista Mundial. También en agosto, Conrad convocó a varios sociólogos menonitas, todos con amplia experiencia en encuestas interculturales, para recibir asesoramiento metodológico. A fines de octubre concluimos nuestra muestra, y en noviembre la oficina del CMM en Bogotá envió notas oficiales a una muestra representativa de 25 iglesias miembros, invitándolas a participar. Actualmente estamos respondiendo preguntas y confirmando los grupos que desean participar del proyecto. Esperamos completar la encuesta en 2013-2014.
En la actualidad, es común que investigadores norteamericanos realicen este tipo de estudios en el sur del mundo. Seguramente Ud. es consciente de esta percepción con respecto al actual proyecto.
¿Qué medidas han adoptado en respuesta a esta percepción?
JR: Sí, es posible que algunos perciban que esto es meramente un proyecto académico norteamericano que “extrae” información de la iglesia mundial. Es una impresión falsa, aunque comprendo su preocupación. Obviamente, el Instituto –ubicado en EE.UU.– es el catalizador del proyecto, y todo el financiamiento proviene de América del Norte. Pero consideramos que es un proyecto que pertenece conjuntamente a todas las iglesias miembros de la familia del CMM. La propia encuesta está basada en las ‘Convicciones compartidas’ del CMM, fruto de un largo proceso de discernimiento, que incluyó el aporte de grupos de todo el mundo. Cada grupo participante tendrá la oportunidad de agregar preguntas al Perfil Anabautista Mundial que sean específicas a su contexto. Y los resultados de la encuesta de cada grupo participante estarán disponibles en forma accesible a los líderes de cada iglesia.
Reunir información no es un fin en sí mismo; está claro que con esta información se procura ayudar a la iglesia –tanto local como mundialmente (CMM)– a ser seguidores más fieles de Jesús.
¿Cómo cree que los datos reunidos a través de este proyecto facilitarían la tarea del CMM de interrelacionar a la comunidad anabautista mundial?
AN: En el siglo XVI existió una “multigénesis” en los comienzos del anabautismo: el grupo holandés y del norte de Alemania, liderado por Menno Simons, era muy diferente en cuanto a cultura, historia, espiritualidad y contexto político, al grupo suizo y del sur de Alemania que se iniciara en Zúrich, en 1925. Y ambos grupos se diferenciaban del movimiento liderado por Hans Hut y Tomás Müntzer, y del posterior “Reino Celestial” en la ciudad de Münster.
Actualmente, las iglesias anabautistas nuevas –aquellas insertas en el contexto islámico en Indonesia o Nigeria, o en el contexto católico latinoamericano enraizado en la conquista española, o que forman parte del movimiento de la “iglesia clandestina” en China –tienen una vida espiritual y luchas cotidianas muy diferentes a las de las iglesias miembros menonitas de Ámsterdam, Berna, Lancaster o Winnipeg. Pero nos necesitamos unas a otras y necesitamos entendernos mutuamente.
CK: En el libro de Apocalipsis, Jesucristo brinda un mensaje o una palabra a las siete iglesias de Asia. Me place imaginar que la labor del CMM en este proyecto será una manera más de escuchar –en parte, por supuesto– el mensaje de Cristo para nosotros en estos primeros años del siglo XXI.
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