Al corriente: agosto 6, 2018
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur puso fin a 70 años de penas de cárcel para los objetores de conciencia, al decretar el pasado 28 de junio que es inconstitucional que ese país no ofrezca opciones de servicio alternativo para estos ciudadanos.
Aunque existe una alternativa, esta requiere de cuatro a seis semanas de entrenamiento militar, además, los participantes que la finalizan son considerados como reserva en el ejército. A los hombres que van a la cárcel en lugar del ejército se les prohíbe ejercer muchas profesiones, como por ejemplo, trabajar en el campo de la educación.
Los menonitas coreanos celebraron el fallo. El representante regional del Congreso Mundial Menonita para el noreste de Asia, KyongJung Kim, dijo que había estado anhelando este momento desde que comenzó a tomar en serio las implicaciones del evangelio de la paz.
“He prestado atención al reciente proceso de paz entre Corea del Norte y Corea del Sur. Siento que las cosas están empezando a tomar su lugar una tras otra”, explicó. “Puede que aún tengamos un largo camino por recorrer... [pero] ya hemos visto muchas señales de luz”.
Kim comenzó a trabajar por un cambio social en 2001 en el Korea Anabaptist Center (Centro Anabautista Corea) en Corea del Sur.
El Korea Anabaptist Center proporciona recursos anabautistas, traduce materiales y organiza conferencias para promover el evangelio de la paz desde una perspectiva teológica. Los representantes visitan a los objetores de conciencia en la cárcel, compartiendo sus historias para que otros también puedan orar por ellos.
El periódico surcoreano Hankyoreh informó que seis de los nueve jueces que conforman el tribunal acordaron que la Ley de servicio militar debería enunciar las opciones alternativas para los objetores de conciencia. El fallo requiere una revisión de la ley de servicio militar listando esas opciones, la cual debe ser presentada para el 31 de diciembre de 2019.
KyongJung Kim cree que a medida que en la esfera pública se abra un espacio para una discusión más amplia sobre los asuntos de los objetores de conciencia, las iglesias menonitas tendrán más oportunidades para abordar los asuntos de paz y justicia en la sociedad.
“En cierta medida, el sufrimiento de los objetores de conciencia puede haber terminado, pero habrán otros desafíos” comenta. “Se supone que la vida de la iglesia no es cómoda sino desafiante”.
La sentencia de cárcel más común por rehusarse al reclutamiento al servicio militar en Corea del Sur es de 18 meses. Aquellos que citan objeciones religiosas tienden a ser Testigos de Jehová o Budistas.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos estimó en 2013, que el 93% de los objetores de conciencia encarcelados en el mundo son de Corea del Sur. Alrededor de 660 son encarcelados cada año.
Se cree que SangMin Lee es el único menonita coreano que escogió la cárcel en lugar del servicio militar. Este miembro de la Iglesia “Grace and Peace Mennonite Church” de Seúl, fue puesto en libertad el 30 de julio de 2015.
—Una reimpresión del Congreso Mundial Menonita hecha por Tim Huber de Mennonite World Review. Utilizada con autorización.
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